martes, 16 de agosto de 2016

ADMINISTRACIÓN INCAICA

La base contractual verbal de la administración de bienes y servicios se basaban frecuentemente en dos principios básicos: la reciprocidad y la redistribución.

RECIPROCIDAD Y REDISTRIBUCIÓN

La reciprocidad es el intercambio de trabajo o bienes, o trabajo recíproco, tanto era la tradición de este concepto que, entre los incas, no era visto como un intercambio de favores sino como una responsabilidad con los miembros del ayllu, razón por la cual esto se practicaba dentro de un ayllu y salvo contadas excepciones entre ayllus vecinos. Al ser el clan o ayllu la estructura económica básica y por estar cimentado en los lazos familiares, el soberano formaba lazos con los curacas (jefes de ayllu), dándole en matrimonio a sus hijas o casándose con las hijas de los curacas, de cualquier forma, el Sapa Inca estaba emparentado con todo su imperio, con lo cual se convertía en una especie de Curaca Máximo. Señalamos esto último para entender la reciprocidad simétrica y la reciprocidad asimétrica.
La base que sustentaba la reciprocidad simétrica, o apoyo mutuo y recíproco entre parientes en el interior del ayllu, estaba dada por la posesión en común de la tierra, explotada comunitariamente para la producción especializada y en los pastos, y en forma familiar en las partes dedicadas al cultivo de subsistencia. La tierra del ayllu se dividía en un cierto número de sectores, teniendo en cuenta sus condiciones ecológicas y los ciclos rotativos de los cultivos, teniendo cada familia derecho a tener acceso a tierras en cada uno de los sectores, lo que determinaba un esfuerzo por controlar el máximo de pisos ecológicos. El parentesco representaba el sistema regulador de la organización de las relaciones de producción, distinguiendo entre parientes cercanos y lejanos. Entre los primeros la reciprocidad en las relaciones de producción y distribución era generalizada, mientras que entre los segundos era más específica porque las prestaciones que se intercambiaban eran contabilizadas para ser devueltas en la misma forma y cantidad.
La reciprocidad asimétrica se daba de los miembros del ayllu con el Inca, a cambio de la recaudación de excedentes, el Inca brindaba a sus súbditos seguridad externa y asistencias en caso de desgracias. Consistía en la distribución de excedentes por parte del Estado incaico. En caso de sequía o plagas, por ejemplo, los funcionarios del imperio abastecían las regiones afectadas con los excedentes de regiones favorecidas, los productos se almacenaban en los llamados "Tambos" para disponer de ellas en caso de necesidad.30 La redistribución suponía el reconocimiento, por parte de los campesinos, de los diferentes niveles de autoridad que existían en la sociedad. Los ayllus entregaban los tributos a los curacas, y los bienes tributados se acumulaban en depósitos reales que estaban en aldeas, caminos y ciudades.
Cuando algunos pueblos del Imperio no podían satisfacer sus necesidades básicas porque las regiones en las que vivían habían sido afectadas por malas cosechas u otras catástrofes, el Estado incaico redistribuía una parte de los alimentos, materias primas y productos manufacturados almacenados.
También utilizaba los bienes acumulados para costear los gastos de las constantes expediciones militares, y para premiar los servicios realizados por algunos funcionarios, generalmente nobles.

RED VIAL (QAPAQ ÑAN)


Actualmente se está postulando la teoría de la construcción incaica de un camino que conecta al Cuzco con la costa atlántica del Brasil en el estado de Sao Paulo, este camino tiene como nombre Peabirú (nótese la coincidencia en las dos últimas sílabas con el vocablo "Birú" nombre primigenio del Perú).

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